—Oye, ¿esto es lager o ale?
Y justo ahí, la conversación se convierte en jam session.
Las lager son como el jazz clásico: elegantes, limpias, con ese ritmo suave y constante que nunca falla. Se fermentan lento, en frío, como un contrabajo marcando el tempo bajo las luces tenues del club. ¿El resultado? Cerveza clara, refrescante y sin ruidos de fondo. Perfecta para tardes de groove tranquilo.
Las ale son el jazz experimental. Aquí la levadura sube el volumen y se atreve a improvisar a temperaturas más altas. Esas cervezas tienen personalidad, frutas, especias y, a veces, hasta un solo inesperado que te sorprende al final del trago. Son para quienes buscan algo diferente, como un solo de saxo que rompe el molde.
Dato curioso:
El mundo de la cerveza sería plano sin la “improvisación” de la levadura. Las lager y las ale nacen de familias diferentes:
- Lager = fermentación baja y fría (como Coltrane en modo chill)
- Ale = fermentación alta y cálida (como un solo de trompeta que se sale del guion)
Así que la próxima vez que te sirvas una chela, pregúntate:
¿Hoy quiero la armonía de una lager, o me dejo llevar por la improvisación de una ale?
Y tú, ¿qué playlist acompaña tu cerveza favorita? Cuéntanos cuál es tu maridaje perfecto de chela y rola, que aquí siempre hay espacio para más música y más cerveza. 🎷🍻